jueves, 19 de febrero de 2009


MÁS SABE EL GALLO POR VIEJO QUE POR ¡GALLITO!

Esto era un gallinero en el que vivían muy felices veinticinco gallinas y un gallo, pero como el gallo ya tenía unos cuantos años, el granjero quería cambiarlo por otro más joven. Un día se abrió la puerta del gallinero, y entró un gallo joven y bien plantado. Rápidamente las gallinas se arreglaron el plumaje, y empezaron a contonearse delante del gallo joven. El gallo viejo, arrastrando sus espolones retorcidos, y con alguna que otra calva en su plumaje, se le acercó y le dijo así: - Bienvenido, me alegro de conocerte compañero... supongo que siendo como eres joven y fuerte, tendrás intención de hacerte el amo del gallinero...¿no? - Naturalmente abuelo -Contestó el gallo joven- ¿algún problema? - No claro -dijo el gallo viejo- sólo que entre compañeros, y delante de las damas te ruego que no me dejes mal, y me des una salida airosa. - ¿Qué propones? - preguntó el jovencito. - Pues mira... yo ya no estoy en disposición de pelear, por lo que te sugiero una carrera de tres vueltas alrededor del gallinero- - Eso está hecho - dijo el joven muy contento de liquidar el asunto de una forma tan fácil. - Pero para ser justos, y dado que el reúma no me deja correr muy bien, te rogaría que me dieras media vuelta de ventaja. - No hay ningún problema- dijo el gallo joven muy seguro de sus posibilidades. De este modo empezó la carrera, y antes del que el gallo viejo hubiera completado la segunda vuelta, ya tenía al gallo joven pisándole los espolones. Cuando de repente se oyó un tremendo estampido, y el gallo jovencito quedó despanzurrado en el suelo entre un charco de sangre y una nube de plumas... - ¡¡Joder!!- dijo el granjero con una escopeta humeante entre las manos ¡Es el tercer gallo maricón que me venden esta semana!!!

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