jueves, 26 de febrero de 2009


ASÍ SOMOS LO ACEPTEMOS O NO

Están un inglés, un alemán y un español en una cafetería tomando unas
cañas juntos. De repente el
inglés les dice a los otros:
- "Oye, ese de ahí enfrente es igualito que Jesucristo."
- "Bah -dicen los otros-, qué va."
-"Que sí, que sí. Pero si es igualito. La barba, la túnica...Ese de
ahí
es Jesucristo, seguro!!"
- "Que no hombre, que no" insisten los otros dos.
En esto que el inglés se levanta y va hacia el hombre de la mesa de
enfrente y le pregunta:
- "Oye, tú eres Jesucristo, ¿verdad?"
Y dice el hombre cabizbajo:
- "¿Yo? Yo qué voy a ser Jesucristo. Pues claro que no."
Y el inglés insiste: "Que sí tío, que tú eres Jesucristo"
Y el otro... "¡Que no lo soy, pero habla más bajo hombre!"
- "Que sí que yo sé que tú eres Jesucristo".
Y tanto le insiste que ya el hombre le susurra al inglés:
- "Mira, efectivamente soy Jesucristo, pero por favor habla bajito y no
se lo digas a nadie porque me vas
a formar un escándalo en la cafetería impresionante como los demás se
enteren."
Y el inglés loco de alegría le dice:
- "Tengo una lesión en la rodilla que me produje de pequeño haciendo
deporte. Por favor, cúrame".
Y Jesucristo le dice:
- "No mira, milagros no. Que luego vas y se lo cuentas a tus amigos y
me tiro toda la tarde haciendo
milagros".
- "Por favor, por favor. Cúrame. Por favor"
Y Jesús: "Que no"
Y el inglés le insiste tanto que finalmente Jesucristo le pone la mano
sobre la rodilla y le cura. Y dice el
inglés:
- "¡Muchas gracias! Te estaré siempre agradecido. Gracias de verdad"
Y
Jesús le dice:
-"Bueno, vale, vale. No grites y vete. Pero eso si no se lo cuentes a
nadie."
Y el inglés se va a su mesa y, claro, se lo cuenta todo al alemán y al
español. Y el alemán se levanta corriendo y va hasta la mesa de
Jesucristo
y le dice:
- "Oye que me ha dicho mi amigo que tú eres Jesucristo" Y dice Él:
- "¡Joder! No grites y vete que yo no soy Jesucristo"
Y le insiste tanto que al final lo reconoce y le dice:
- "Mira, pues si soy Jesucristo pero cállate y no grites porque la
gente
de
la cafetería ya se esta empezando a mosquear y me voy a tener que
marchar
de
aquí".
Y el alemán le dice:
- "Tengo un ojo de cristal. Por favor cúrame"
Y Jesucristo, ya un poco enfadado, le dice:
* "Mira mas milagros no porque tu compañero te lo ha contado a
ti
y tu
se lo vas a contar a todo el mundo"
* Y dice el alemán
- "Que no, de verdad, que no se lo contaré a nadie."
Y le insiste tanto que finalmente Jesucristo le pone la mano en el
ojo y
se lo cura.
- "Gracias, muchas gracias de verdad" y el alemán se va a su mesa y
se lo
cuenta a sus amigos.
Entonces Jesucristo empieza a pensar que en breves instantes aparecerá
por
allí el español queriendo, como todos, que le cure esta o aquella cosa.
Pero
el tiempo pasa y el español no viene, y no viene, y no viene...
Y entonces Jesucristo, ya mosqueado, y por qué no decirlo un poco picado
por
la curiosidad, se levanta y se va hacia la mesa donde están los tres y
poniéndole la mano en el hombro al español le pregunta:
- "Oye tu por que no..."
Y entonces el español salta de la silla y, apartándose violentamente, le
dice:
- "¡Eeeeh tú! ¡¡¡Sin tocar que estoy de baja!!!

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